Fue también durante el último mes, que el revuelo electoral opositor ha experimentado giros bruscos que los medios del establishment han decidido minimizar en su impacto. El acuerdo de Carrió para participar en las PASO junto a Mauricio Macri, el coqueteo de varios intendentes otrora Massistas y hoy casi asumidos junto al PRO, el anuncio de Reuteman de acompañar al "Neo Peronista" Mauricio en Santa Fé han sido movimientos, quizás sorpresivos, pero sin tanto revuelo en la escena política, al menos comparado a lo que podemos llegar a escuchar en el corto plazo.
De Carrió no vale ni gastar ésta línea en un análisis (al menos sobre el impacto mediático, ya que nos ha desbordado la capacidad de asombro a todos en reiteradas ocasiones), lo de Lole sorprendió, pero sin duda lo más llamativo es el movimiento por abajo que se respira en el aire, el de esos personajes que prefieren no aparecer en las tapas de los diarios pero que hace años -o décadas- acumulan algún nicho de poder para nada despreciable en los rincones del siempre sospechado "conurbano". Sin embargo, el revuelo político en los ríos opositores podrían llegar en el corto plazo de la mano del histórico partido Radical o del candidato estrella Sergio Massa, que viene mermando su caudal de intención de voto ligeramente pero de forma constante.
El Elegido.
Como quedó evidenciado con el avance de los Fondos buitres y la operación de la muerte de Nisman, el imperio se cansó de esperar que Argentina deje de jugar al populismo y vuelva a las filas de las relaciones carnales que supimos conseguir. El Gobierno tomó una decisión Geopolítica clara e imperdonable: abonar y aportar a la idea de un mundo multipolar (en lugar del unipolar que propone EEUU) y apostar fuerte en acuerdos estratégicos claves con China y Rusia, además de la política de integración latinoamericana que lleva adelante desde el No al ALCA, que este año cumplirá su primer década-aniversario. Tal decisión, quizás tenga su bisagra, como hecho concreto, en el acuerdo del Memorándum de entendimiento con Irán.
Los desafíos del imperio
Los desafíos más grandes que tienen hoy los poderes será poder subir (de cualquier forma) a la UCR y a Sergio Massa en este tren al pasado. En el primer caso contará con la resistencia de gran parte de la militancia radical, que lejos se encuentra de coincidir ideológicamente con la línea política planteada y más aún, con el candidato visible. La UCR ha cometido grandes errores políticos que le han costado muy caro, pero siempre su militancia de base ha tenido gran peso en las decisiones que puedan tomar su dirigentes. Por lo tanto, habrá que ver si Sanz o Cobos pueden convencer al partido, sin daños irreparables, de que éste es el camino a seguir si no quieren ver pasar la elección más importante del último tiempo en un tercer lugar bien cómodo y al lado de la historia. Por otro lado, el fuerte de la UCR, los intendentes de cientos de distritos, podrían rebelarse y jugar la propia, desglosando el arrastre nacional.En el caso del niño estrella, lo que enfrenta el imperio no son sus bases, ni su democracia interna, sino el para nada despreciable ego del intendente de Tigre. De repente, Sergio Massa se habrá enterado que no fue el elegido, a pesar de ser el opositor que mejor mide -hasta ahora- para ganarle la presidencia al FPV en una segunda vuelta electoral. Massa cuenta con un voto peronista que Mauricio no ganará jamás, sin embargo, también es el más vulnerable a las presiones, ya que "nosotros te creamos, nosotros te podemos destruir". Así, el intendente de la cantera de la UCD que visitaba asiduamente la Embajada Norteamericana para seguir instrucciones e informar de los planes del Gobierno (cuando aún formaba parte de él) y que contó con el infinito favor de los medios para construir su candidatura, deberá decidir si juega con lo propio -que es mucho- y desobedece a los patrones o al menos los desafía, seguro de poder demostrar en las PASO su capacidad de cumplirles.